Desde el año 2018 he realizado una amplia producción de pinturas relacionadas con Villa Epecuén y sus paisajes únicos.
Epecuén es un pueblo de la Provincia de Buenos Aires, que desde sus ruinas despliega una belleza única y sobrecogedora.
Es reconocida por sus atardeceres que iluminan la laguna con una poesía singular, desprendida de los fragmentos de su historia.
En 1985, Villa Epecuén, ubicada en el partido de Adolfo Alsina en la Provincia de Buenos Aires, sufiró una gran inundación.
Una crecida del lago sumergió a la ciudad completamente, obligando a su evacuación total.
En los últimos años, el agua comenzó a retirarse, dejando a la vista las ruinas de la ciudad, que se han convertido por sí mismas en un atractivo turístico.
Renacer a la belleza
Actualmente el nivel del agua ha retrocedido casi en su totalidad.
Aun es visible el trazado de las calles, el dique de contención y las ruinas de las casas, hoteles y edificios emblemáticos.
Uno de ellos es el famoso Matadero, obra del Arq. Francisco Salamone, de 1937, siguiendo las líneas del Art Decó que caracterizan su obra.
Abundan árboles muertos, edificios en ruinas, vehículos oxidados y el pueblo continúa deshabitado y en ruinas.
Las ruinas son frecuentemente visitadas por fotógrafos, turistas de distintas partes del mundo, periodistas y entusiastas de los deportes extremos.
El lugar es habitado solamente por Pablo Novak, un hombre nacido en 1930 que se resiste a abandonar su pueblo y lo recorre habitualmente acompañado de su perro.
La serie «Renacer en Epecuén» fue la protagonista de mi primera exposición individual, realizada en la Casa de la Cultura de Buenos Aires, participando de la Noche de los Museos 2018.
Casa de la Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, participante de La Noche de los Museos 2018
Av. de Mayo 571, Buenos Aires, Argentina
Del 7 al 10 de noviembre de 2019